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Soñamos con hacer el mejor vino del S. XVIII de Rioja”.

En 1998 volvemos a Rioja cargados de experiencia e ilusión. Queríamos redescubrir el gusto del Rioja, que para nosotros sólo podía estar ligado a los mejores lugares, de los diferentes pueblos que tuvieron una larga tradición vitícola.

Utilizamos nuestra intuición para encontrar un pueblo donde enraizarnos. Durante años, hemos ido adquiriendo pequeñas parcelas en diferentes términos del municipio, para confeccionar el vino que mejor expresa las características de este pueblo que es Lanziego.  

Hoy Lanzaga son 15 hectáreas, un modelo antiguo de dimensión humana, similar a lo que imaginamos que pudo ser la famosa Rioja del siglo XVIII.

Embotellamos el gusto de este pueblo que creemos ayudará a entender mejor el auténtico valor de Rioja. Una de nuestras mayores obsesiones en Rioja fue el buscar las parcelas, los viñedos excepcionales, dotados del talento necesario para convertirse en gran vino. Las Beatas, Tabuérniga, El Velado, La Estrada son el resultado de esta búsqueda. Trabajamos estas viñas durante muchos años para darnos cuenta de su auténtico valor. El tiempo y su vino han demostrado que son extraordinarias.