La fuerza del tinto fino nos trajo al páramo de La Ribera. Quisimos entender, a nuestra manera, esta tierra. En lugar de seguir el curso del río, la atravesamos de norte a sur, desde Sotillo de la Ribera hasta Pardilla.
Nos fijamos en la enorme diversidad de suelos y en los diferentes paisajes. Decidimos plantar sobre todo viñedos, viñedos en vaso, injertando nosotros muchos Tintos Finos muy diferentes y los volvimos a co-plantar con variedades raras que siempre vivieron en esta Ribera.
Quisimos tener 20 hectáreas de viñedo excepcional. Hemos elaborado casi 20 añadas y ahora empezamos a saber lo que queremos y lo que podemos aportar a esta zona.
También hemos decidido enraizarnos y asentarnos en uno de los pueblos que consideramos más emblemáticos, en Sotillo de la Ribera, y alumbrar por fin nuestro vino definitivo.